El Ejecutivo confía en que la deducción fiscal dé "vitalidad" a la economía y reitera que no hay margen para financiar más medidas · Insta al tejido productivo a buscar nuevos sectores que impulsen el crecimiento
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró ayer que las medidas comprometidas hasta ahora por el Ejecutivo para reactivar la economía cuentan con dinero suficiente para acometerlas, pero también reiteró lo que el ministro de Economía, Pedro Solbes, dijera el jueves: no hay margen para más actuaciones. Y mucho menos después de que el Consejo de Ministros diera luz verde ayer al Real Decreto que modifica el reglamento del IRPF para hacer efectiva la deducción de 400 euros, que costará 6.000 millones de euros a las arcas públicas. Fernández de la Vega explicó que, según dicho Real Decreto, los contribuyentes notarán en su nómina de junio la primera reducción de 200 euros en sus retenciones, correspondiente a los seis primeros meses del año, mientras que los 200 restantes se repartirán en las nóminas de julio a diciembre. A partir de 2009, la deducción se dividirá entre las 12 nóminas mensuales.
La vicepresidenta expresó su confianza en que la inyección de 6.000 millones -equivalentes al 0,9% de la renta disponible de las familias- que supone esta rebaja sirva para "mejorar la economía de los hogares y el ritmo y la vitalidad de crecimiento económico". Para los contribuyentes que desarrollen actividades económicas, este incentivo se materializará en una reducción del importe de los pagos fraccionados trimestrales de hasta 200 euros en julio, y de cien euros en los pagos correspondientes a octubre de 2008 y enero de 2009. La cantidad no consumida en un trimestre podrá deducirse en el siguiente del mismo ejercicio 2008.
Precisamente ayer, el director de la Oficina Económica de la Presidencia del Gobierno, Javier Vallés, amplió la responsabilidad de reactivar la economía a las empresas, a las que instó a hacer sus "deberes" para limitar los riesgos y efectos de la crisis. "Los empresarios saben que hay sectores que pueden tomar el relevo del crecimiento económico, como las energías renovables o el sector biotecnológico", señaló Vallés durante su intervención en el Foro Nueva Economía, donde también subrayó que la ralentización del mercado inmobiliario es un proceso natural.
Asimismo, resaltó, entre otros activos importantes para la recuperación, el incremento del capital por unidad de trabajo y la internacionalización de las compañías. En este sentido, recordó que actualmente la economía española es una de las más abiertas del mundo, por detrás sólo de EEUU y Francia; que España se ha abierto a mercados como China o India, y que ocupa el sexto lugar en el comercio mundial de servicios.
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